1) PERSONA RETICIENTE: La palabra reticencia es una palabra que designa a la actitud de dudar o no realizar algo de manera segura y definida. La reticencia representa a aquellas personas que ante determinadas actividades o actos no resuelven el modo en que actúan si no que dudan y se muestran opuestos a tal o cual opción. La reticencia puede ser útil en algunos casos pero a veces también puede ser inconveniente cuando se pide a uno que se tome una decisión importante.
No se
puede decir que la reticencia sea una actitud permanente o característica de ciertas personas si no que todos en
algún momento pueden demostrarla cuando se ven enfrentados a determinadas
situaciones o circunstancias. Así, hasta los animales pueden mostrarse
reticentes de realizar ciertas actividades, aunque en el caso de ellos la
reticencia no es algo racional si no que se guía por los instintos y por las
sensaciones más orgánicas. Normalmente, los animales se muestran reticentes a
ser trasladados o sacados de su lugar común y esto tiene que ver con el
instinto de reacción ante el miedo o una posible amenaza.
Los seres humanos,
en cambio, muestran reticencia no sólo por sensaciones o por instinto, si no
también a partir de la racionalización de ciertos eventos o circunstacnias. De
este modo, una persona se puede mostrar reticente a viajar en determinado
vehículo no sólo porque le provoca una sensación de miedo si no que porque tiene ya
aprendido y racionalizado que ese vehículo en particular puede ser peligroso.
La reticencia no es, entonces, sólo la duda, si no también la negación a actuar
como se supone. Cuando una persona o un animal desarrolla un nivel importante
de reticencia ante cierta situación, el adjetivo calificativo que se utiliza
para designarlo es el de ‘reticente’, y este sirve tanto para hombres como para
mujeres.
Desde Definicion ABC: http://www.definicionabc.com/general/reticencia.php#ixzz2DMomX0t5
2) TERAPEUTAS: es aquella persona con habilidades especiales
obtenidas a través de la formación y de la experiencia, en una o
más áreas de
la asistencia sanitaria que en su labor, ofrece apoyo.
El apoyo brindado es de diversas índoles, por un terapeuta,
por lo general, se especializa en un área o función, y se enfoca junto con el
cliente o paciente, a lograr ciertas metas. El o la terapeuta lleva a cabo la
terapia planeada, la cual desarrollada con la finalidad de mejorar la calidad
de vida para quien está asistiendo.
Existen muchos terapeutas:
§ Ocupacional - Terapia Ocupacional
§ del Aparato Respiratorio
§ del Suelo Pélvico
§ Manual - Terapia Manual; de Masaje (en
sus diferentes modalidades)
§ Osteopata - Osteopatía
§ de Psicología ,
etc., y algunos (-as) en ciertas áreas practican más independientemente.
LA ACTITUD DEL TERAPEUTA
La esencia de la psicoterapia es
la relación humana especialmente ideada para transmitir una experiencia, que
origine cambios constructivos en el auto-concepto y la conducta del paciente.
La relación entre el especialista y el paciente, una muy personal en un
contexto muy impersonal, forma la base del esfuerzo terapéutico.
El principio de cualquier
modalidad de psicoterapia dinámica es la habilidad del terapeuta para escuchar
y las metas son ayudar al paciente a conseguir una mayor independencia y
autoconfianza, así como promover una mayor satisfacción e intimidad en las
relaciones humanas.
El paciente tiene la esperanza de
una relación de amor y apoyo detrás de sus ansiedades y mecanismos de
autoprotección y esta esperanza lo mantiene a flote. Frente a esta búsqueda, la
actitud del terapeuta debería reflejar interés, respeto, deseo de no herir,
ausencia de crítica y enjuiciamiento moral, y un compromiso genuino de ayudar,
dentro de los límites establecidos por el rol terapéutico y como ser humano.
Más ayuda al especialista cuando se muestra receptivo, callado, armónico y
tratando de entender qué quiere comunicar el paciente simbólicamente o
disfrazándolo.
La postura del terapeuta debería
ser expectante, estar preparado no sólo para observar sino también para
experimentar y estar preparado para llegar a implicarse en el guión
interpersonal montado por el paciente. El reto básico es captar qué está el
paciente comunicando o actuando ya que no se debe olvidar que en la sesión los
comentarios van dirigidos al terapeuta como persona significativa. Ninguna de
sus comunicaciones se debe considerar trivial.
A veces, la comunicación inicial
del paciente, introduce al tema de la sesión. En otros casos puede demorar o
incluso no aparecer en la comunicación verbal porque el paciente se encuentra
muy a la defensiva. En estos casos, el profesional debe escrutar con agudeza
particular la naturaleza de la transacción en la que está participando.
El poder del terapeuta está
limitado, ya que en ocasiones los significados connotativos de las
comunicaciones del paciente son difíciles de identificar. El profesional cree
entender el conflicto pero no considera oportuno señalarlo por las resistencias
del paciente, o el terapeuta considera que no tiene el poder para ayudarlo.
Frente a estos dilemas, es
importante tener en cuenta las siguientes reglas:
- Resistir el furor por sanar.
- Resistir la tentación de hacer
algo por presión del paciente.
- Resistir los sentimientos de
omnipotencia.
- Guardar silencio si no está
seguro de las razones para decir algo.
- Cerciorarse de que las
evidencias son razonablemente adecuadas y considerar hipótesis alternas.
- Evitar la jerga clínica.
- Por encima de todo, tener
presente que la psicoterapia es una relación humana y por eso la
razón fundamental para ayudar al paciente es su propia humanidad.
La esencia del cambio
psicoterapéutico no es la comprensión por parte del paciente de algunos
principios abstractos, sino el resultado de una experiencia humana en la que se
sienta comprendido y en la que se den significados nuevos a esta comprensión.
ACTITUDES RECOMENDADAS
PARA LA ESCUCHA TERAPÉUTICA.
Respeto del terapeuta por el
paciente.
La actitud del terapeuta debe ser
la de un adulto razonable, maduro y compañero de confianza que fomente una
relación simétrica entre iguales, dejando cualquier postura moralista. El
paciente no debe considerar que es tratado como un objeto, como un organismo a
tratar o como un portador de un desorden o enfermedad.
Esto conlleva el respeto del rol
profesional, lo que significa que el terapeuta no concede favores especiales ni
tampoco espera alguno. El paciente nunca deberá ser mimado o echado a perder
por ser tratado como alguien especial.
Escucha empática; Debe existir un
el terapeuta un esfuerzo constante por entender los sentimientos, ansiedades,
luchas y preocupaciones del paciente. La empatía es la única herramienta humana
y técnica y la más importante de entre las que dispone en profesional.
En la escucha empática, se deja
la iniciativa al paciente tan a menudo como se pueda, para que haga sus propios
descubrimientos. El profesional se mantiene en silencio hasta tener la
convicción razonable de que se entiende lo que el paciente busca comunicar. Se
escuchan los temas que se presenten en la sesión y si no parece surgir alguno
se puede expresar eso al paciente para conseguir su colaboración.
También, el profesional debe
estar atento pero comunicando una actitud relajada. Debe ser conciso en sus
comunicaciones pero no monosilábico. Debe resistir la tentación de mostrarse
listo y evitar las sentencias dogmáticas.
Nunca se deben efectuar
comentarios que rebajen la autoestima del paciente y más bien se debe tener
cuidado de fortalecerla, no competir con el paciente en área alguna y ser
completamente honesto.
3) ENFOQUE COGNITIVO- CONDUCTUAL:
Es un sistema lógico-deductivo
constituido por un conjunto de hipótesis o asunciones, un campo de aplicación
(de lo que trata la teoría, el conjunto de cosas que explica) y algunas
reglas que permitan extraer consecuencias de las hipótesis y asunciones de la
teoría. En general las teorías sirven para confeccionar modelos científicos
que interpreten un conjunto amplio de observaciones, en función de los axiomas,
asunciones y postulados, de la teoría.
"Una teoría no es el
conocimiento que permite el conocimiento. Una teoría no es una llegada, es
la posibilidad de una partida. Una teoría no es una solución, es la posibilidad
de tratar un problema" Morin, E. et alii.
En general las teorías en sí
mismas o en forma de modelo científico permiten hacer predicciones e
inferencias sobre el sistema real al cual se aplica la teoría. Igualmente las
teorías permiten dar explicaciones de manera económica de los datos
experimentales e incluso hacer predicciones sobre hechos que serán observables bajo ciertas
condiciones. Además, la mayoría de teorías permiten ser ampliadas a partir del contraste de
sus predicciones con los datos experimentales, e incluso pueden ser modificadas
o corregidas, mediante razonamientos inductivos. La ciencia se constituye y,
sobre todo, se construye por la ampliación de ámbitos explicativos mediante la
sucesión de teorías que, aun manteniendo su valor de verdad en su ámbito
explicativo,[3] son falsadas por la teorías que le siguen.
Hay dos categorías de ideas que
pueden desembocar en teorías: si una suposición no es respaldada por
observaciones se conoce como una conjetura, encambio, si es así respaldada, es
una hipótesis. Muchas hipótesis resultan ser falsas y, por lo tanto, no
evolucionan. Una teoría es diferente de un teorema. La primera es un modelo de
eventos físicos y no puede ser probado a partir de axiomas básicos. El segundo
es una proposición de un hecho matemático que sigue lógicamente a un conjunto
de axiomas. Una teoría es también diferente de una ley física modelo
de la realidad mientras que la segunda es una proposición acerca de lo que ha
sido observado. Las teorías pueden llegar a ser aceptadas si son capaces de
realizar predicciones correctas y más elegantes matemáticamente, tienden a ser
aceptadas preferentemente sobre aquellas que son más complejas. El proceso de
aceptar teorías, o de extender teorías existentes, es parte del método
científico.
Las teorías más importantes
teorías en Psicología, son las teorías de la personalidad que son aquellas que
intentan dar una explicación universal de los procesos y características
psicológicas fundamentales que pueden encontrarse en la naturaleza humana.
Las teorías de la personalidad se
interesan en la investigación y descripción de aquellos factores que en su
conjunto hacen al individuo, para poder comprender su conducta e intentar
predecirla.
Actualmente no existe una teoría
unificadora dentro del campo de la psicología de la personalidad, encontrándose
en su lugar varias grandes teorías que en algunos casos sólo son de interés
histórico. Como por ejemplo:
Conductismo (Watson, Skinner,
Bandura, Ribes)
Cognoscitivismo (Piaget, Wallon,
Kelly, Merani)
Humanista (Fromm, Rogers, Reich,
Caruso, Sullivan, Horne, y Maslow)
Psicoanálisis (Freud)
Psicodinamica (Adler, Rank, Jung,
Erikson, Ferenzi, Melanie Kleint)
Las teorías constituyen, a partir
de sus planteamientos una manera específica de observación, llamada
"modelo", para analizar el comportamiento y/o conducta del ser
humano. Se han constituido varios modelos o enfoques como:
EL PSICOANALISIS
El psicoanálisis es la disciplina
fundada por el médico y neurólogo Sigmund Freud. Esta disciplina posee un
método propio de exploración de los procesos psíquicos inconscientes humanos a
través del análisis de sus producciones imaginarias (sueños, fantasías)
basándose para ello en las asociaciones libres del sujeto, sobre las que se
monta la interpretación psicoanalítica. Las teorías psicológicas y
psicopatológicas que el psicoanálisis propone, son el resultado de la
aplicación de este método de investigación y su dimensión psicoterapéutica (la
«cura psicoanalítica»).
Del psicoanálisis, se desprende a
partir de algunos de sus planteamientos una forma de psicología, conocida como
la Psicodinamica.
La rama de la psicología que
estudia, analiza y describe los aspectos de la psicoterapia, desarrollada en
gran parte por las aportaciones de Sigmund Freud , por lo que es utilizado casi
como sinónimo de psicoanálisis y la psicoterapia en los estudios de los mismos
mecanismos. El significado de "dinámico" se refiere principalmente a
la existencia de fuerzas psíquicas o actividades que pueden interferir o entrar
en conflicto, dando lugar a características de personalidad y comportamiento
que, si generalizada y mal adaptadas, son considerados como síntomas de un
trastorno mental. Posteriormente, las ideas de Freud han sido enfocadas hacia
otros aspectos psicológicos igualmente interesantes, por algunos de sus
colaboradores, alumnos o seguidores, entre otros:
Alfred Adler (1870-1937),
austriaco y aportador de importantes trabajos sobre el tratamiento de la
neurosis.
Otto Rank (1884-1939),
también austriaco, elaboró valiosas tesis sobre las ansiedades y una propuesta
para acelerar los tratamientos psicoanalíticos.
Wilhelm Reich (1897-1957),
igualmente originario de Austria, y sus estudios sobre el carácter.
Carl Gustav Jung(1875-1961),
suizo que elaboró trascendentes trabajos sobre los complejos, el inconsciente
colectivo, los símbolos y la mitología. Jung introdujo el término complejo para
designar a una manifestación conductual, caracterizada por poseer una fuerte
carga emocional, ligada a conflictos vividos anteriormente por el sujeto. Los
complejos se someten al yo y al superyo, pero permanecen en el inconsciente,
manifestándose en determinadas formas de conducta del individuo.
Erich Fromm (1900-1980),
alemán que estudió profundamente la influencia de la cultura sobre el
individuo. Es, por ello, considerado el más destacado culturalista.
Erik Erikson (1902-1994),
alemán con raíces danesas, quien para muchos es el primer analista de niños,
por sus trabajos sobre el desarrollo infantil y el medio. Aunque Erikson, en
sus inicios, aplicó las enseñanzas de Freud, a quien considera la piedra
angular de la teoría de la personalidad, poco a poco se fue apartando del
modelo ideado por Freud, aunque sin romper del todo con él. El hecho de que se
conozca a su teoría con el nombre depsicosocial, habla, ya en la propia
denominación, de la diferencia básica con la correspondiente de Freud.
Algunos de los complejos más
estudiados por la teoría psicoanalítica son los siguientes:
Complejo de Edipo. Aparece
entre los 3 y los 5 años de edad, cuando el niño descubre su propio sexo y el
de sus padres. Se define como el conflicto ocasionado por el apego erótico del
niño hacia su madre, situación que asume sintiendo rivalidad y rencor hacia el
padre, aunque después, generalmente, logra identificarse con él.
Complejo de inferioridad. Este
concepto fue empleado originalmente por Adler, para quien el complejo de
inferioridad deriva de una inferioridad real aparecida durante la infancia. Sin
embargo, una acepción más generalizada define a este complejo como un
sentimiento de subvaloración de un individuo que, real o imaginariamente,
advierte o supone en él alguna insuficiencia física, psíquica o social. Por lo
general el sujeto afectado por un complejo de inferioridad, lo compensa con
manifestaciones conductuales con las que pretende alcanzar la superioridad.
Complejo de castración. Hace
referencia a un sentimiento relacionado con el valor simbólico del pene, y está
vinculado directamente con la angustia infantil provocada por el conflicto de
la identificación sexual.
El concepto de conflicto
psíquico es fundamental para la psicología dinámica, y se refiere
principalmente a la idea freudiana de conflicto constante entre el deseo y la
defensa, es decir, entre un movimiento hacia un objeto, un objetivo y
una serie de "obstáculos" son dictadas por la moral o otras reglas de
comportamiento aprendido. Esta definición parece limitar el interés de la
dinámica de Psicología de la rama de la neurosis , a pesar de que han
desarrollado, con el tiempo, las teorías psicodinámicas en relación con
diversos trastornos como la psicosis y trastornos de la personalidad , en la
relación con la realidad y la las relaciones. El conflicto viene dado por la
oposición de las poderosas fuerzas inconscientes que requieren de la expresión
y la satisfacción inmediata, y oponiéndose a las fuerzas que requieren un control,
y limitar la expresión de la represión o que permitan la satisfacción de una
manera socialmente aceptable. El conflicto, en otras palabras, puede ser
conceptualizada como el conflicto entre un deseo y una defensa
contra la propia voluntad.
4) DISCREPANCIA:
Con el verbo discrepar, la persona o cosa con la que se
está en desacuerdo se introduce con la preposición de, y no con, por
lo que lo apropiado es decir que se discrepa de alguien o de
algo, no con alguien o con algo, tal y como señala el Diccionario panhispánico de dudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario