lunes, 26 de noviembre de 2012

GLOSARIO DE LA LECTURA LOS PRINCIPIOS DE LA ENTREVISTA EMOCIONAL




1)    PERSONA RETICIENTE: La palabra reticencia es una palabra que designa a la actitud de dudar o no realizar algo de manera segura y definida. La reticencia representa a aquellas personas que ante determinadas actividades o actos no resuelven el modo en que actúan si no que dudan y se muestran opuestos a tal o cual opción. La reticencia puede ser útil en algunos casos pero a veces también puede ser inconveniente cuando se pide a uno que se tome una decisión importante.

   No se puede decir que la reticencia sea una actitud permanente o característica de ciertas personas si no que todos en algún momento pueden demostrarla cuando se ven enfrentados a determinadas situaciones o circunstancias. Así, hasta los animales pueden mostrarse reticentes de realizar ciertas actividades, aunque en el caso de ellos la reticencia no es algo racional si no que se guía por los instintos y por las sensaciones más orgánicas. Normalmente, los animales se muestran reticentes a ser trasladados o sacados de su lugar común y esto tiene que ver con el instinto de reacción ante el miedo o una posible amenaza.
Los seres humanos, en cambio, muestran reticencia no sólo por sensaciones o por instinto, si no también a partir de la racionalización de ciertos eventos o circunstacnias. De este modo, una persona se puede mostrar reticente a viajar en determinado vehículo no sólo porque le provoca una sensación de miedo si no que porque tiene ya aprendido y racionalizado que ese vehículo en particular puede ser peligroso. La reticencia no es, entonces, sólo la duda, si no también la negación a actuar como se supone. Cuando una persona o un animal desarrolla un nivel importante de reticencia ante cierta situación, el adjetivo calificativo que se utiliza para designarlo es el de ‘reticente’, y este sirve tanto para hombres como para mujeres.





2) TERAPEUTAS: es aquella persona con habilidades especiales 
obtenidas a través de la formación y de la experiencia, en una o 
más áreas de la asistencia sanitaria que en su labor, ofrece apoyo.
El apoyo brindado es de diversas índoles, por un terapeuta, por lo general, se especializa en un área o función, y se enfoca junto con el cliente o paciente, a lograr ciertas metas. El o la terapeuta lleva a cabo la terapia planeada, la cual desarrollada con la finalidad de mejorar la calidad de vida para quien está asistiendo.
Existen muchos terapeutas:
§  Ocupacional - Terapia Ocupacional
§  del Lenguaje - Logopeda
§  Acupuntura
§  del Aparato Respiratorio
§  del Suelo Pélvico
§  Manual - Terapia Manual; de Masaje (en sus diferentes modalidades)
§  Osteopata - Osteopatía
§  de Psicología , etc., y algunos (-as) en ciertas áreas practican más independientemente.

LA ACTITUD DEL TERAPEUTA

La esencia de la psicoterapia es la relación humana especialmente ideada para transmitir una experiencia, que origine cambios constructivos en el auto-concepto y la conducta del paciente. La relación entre el especialista y el paciente, una muy personal en un contexto muy impersonal, forma la base del esfuerzo terapéutico.
El principio de cualquier modalidad de psicoterapia dinámica es la habilidad del terapeuta para escuchar y las metas son ayudar al paciente a conseguir una mayor independencia y autoconfianza, así como promover una mayor satisfacción e intimidad en las relaciones humanas.
El paciente tiene la esperanza de una relación de amor y apoyo detrás de sus ansiedades y mecanismos de autoprotección y esta esperanza lo mantiene a flote. Frente a esta búsqueda, la actitud del terapeuta debería reflejar interés, respeto, deseo de no herir, ausencia de crítica y enjuiciamiento moral, y un compromiso genuino de ayudar, dentro de los límites establecidos por el rol terapéutico y como ser humano. Más ayuda al especialista cuando se muestra receptivo, callado, armónico y tratando de entender qué quiere comunicar el paciente simbólicamente o disfrazándolo.
La postura del terapeuta debería ser expectante, estar preparado no sólo para observar sino también para experimentar y estar preparado para llegar a implicarse en el guión interpersonal montado por el paciente. El reto básico es captar qué está el paciente comunicando o actuando ya que no se debe olvidar que en la sesión los comentarios van dirigidos al terapeuta como persona significativa. Ninguna de sus comunicaciones se debe considerar trivial.
A veces, la comunicación inicial del paciente, introduce al tema de la sesión. En otros casos puede demorar o incluso no aparecer en la comunicación verbal porque el paciente se encuentra muy a la defensiva. En estos casos, el profesional debe escrutar con agudeza particular la naturaleza de la transacción en la que está participando.
El poder del terapeuta está limitado, ya que en ocasiones los significados connotativos de las comunicaciones del paciente son difíciles de identificar. El profesional cree entender el conflicto pero no considera oportuno señalarlo por las resistencias del paciente, o el terapeuta considera que no tiene el poder para ayudarlo.
Frente a estos dilemas, es importante tener en cuenta las siguientes reglas:
- Resistir el furor por sanar.
- Resistir la tentación de hacer algo por presión del paciente.
- Resistir los sentimientos de omnipotencia.
- Guardar silencio si no está seguro de las razones para decir algo.
- Cerciorarse de que las evidencias son razonablemente adecuadas y considerar hipótesis alternas.
- Evitar la jerga clínica.
- Por encima de todo, tener presente que la psicoterapia es una relación humana y por eso la razón fundamental para ayudar al paciente es su propia humanidad.
La esencia del cambio psicoterapéutico no es la comprensión por parte del paciente de algunos principios abstractos, sino el resultado de una experiencia humana en la que se sienta comprendido y en la que se den significados nuevos a esta comprensión.

ACTITUDES RECOMENDADAS PARA LA ESCUCHA TERAPÉUTICA.
Respeto del terapeuta por el paciente.
La actitud del terapeuta debe ser la de un adulto razonable, maduro y compañero de confianza que fomente una relación simétrica entre iguales, dejando cualquier postura moralista. El paciente no debe considerar que es tratado como un objeto, como un organismo a tratar o como un portador de un desorden o enfermedad.
Esto conlleva el respeto del rol profesional, lo que significa que el terapeuta no concede favores especiales ni tampoco espera alguno. El paciente nunca deberá ser mimado o echado a perder por ser tratado como alguien especial. 
Escucha empática; Debe existir un el terapeuta un esfuerzo constante por entender los sentimientos, ansiedades, luchas y preocupaciones del paciente. La empatía es la única herramienta humana y técnica y la más importante de entre las que dispone en profesional.
En la escucha empática, se deja la iniciativa al paciente tan a menudo como se pueda, para que haga sus propios descubrimientos. El profesional se mantiene en silencio hasta tener la convicción razonable de que se entiende lo que el paciente busca comunicar. Se escuchan los temas que se presenten en la sesión y si no parece surgir alguno se puede expresar eso al paciente para conseguir su colaboración.
También, el profesional debe estar atento pero comunicando una actitud relajada. Debe ser conciso en sus comunicaciones pero no monosilábico. Debe resistir la tentación de mostrarse listo y evitar las sentencias dogmáticas.
Nunca se deben efectuar comentarios que rebajen la autoestima del paciente y más bien se debe tener cuidado de fortalecerla, no competir con el paciente en área alguna y ser completamente honesto.





3) ENFOQUE COGNITIVO- CONDUCTUAL:
Es un sistema lógico-deductivo constituido por un conjunto de hipótesis o asunciones, un campo de aplicación (de lo que trata la teoría, el conjunto de cosas que explica) y algunas reglas que permitan extraer consecuencias de las hipótesis y asunciones de la teoría. En general las teorías sirven para confeccionar modelos científicos que interpreten un conjunto amplio de observaciones, en función de los axiomas, asunciones y postulados, de la teoría.
"Una teoría no es el conocimiento que permite el conocimiento. Una teoría no es una llegada, es la posibilidad de una partida. Una teoría no es una solución, es la posibilidad de tratar un problema" Morin, E. et alii.
En general las teorías en sí mismas o en forma de modelo científico permiten hacer predicciones e inferencias sobre el sistema real al cual se aplica la teoría. Igualmente las teorías permiten dar explicaciones de manera económica de los datos experimentales e incluso hacer predicciones sobre hechos que serán observables bajo ciertas condiciones. Además, la mayoría de teorías permiten ser ampliadas a partir del contraste de sus predicciones con los datos experimentales, e incluso pueden ser modificadas o corregidas, mediante razonamientos inductivos. La ciencia se constituye y, sobre todo, se construye por la ampliación de ámbitos explicativos mediante la sucesión de teorías que, aun manteniendo su valor de verdad en su ámbito explicativo,[3] son falsadas por la teorías que le siguen.
Hay dos categorías de ideas que pueden desembocar en teorías: si una suposición no es respaldada por observaciones se conoce como una conjetura, encambio, si es así respaldada, es una hipótesis. Muchas hipótesis resultan ser falsas y, por lo tanto, no evolucionan. Una teoría es diferente de un teorema. La primera es un modelo de eventos físicos y no puede ser probado a partir de axiomas básicos. El segundo es una proposición de un hecho matemático que sigue lógicamente a un conjunto de axiomas. Una teoría es también diferente de una ley física modelo de la realidad mientras que la segunda es una proposición acerca de lo que ha sido observado. Las teorías pueden llegar a ser aceptadas si son capaces de realizar predicciones correctas y más elegantes matemáticamente, tienden a ser aceptadas preferentemente sobre aquellas que son más complejas. El proceso de aceptar teorías, o de extender teorías existentes, es parte del método científico.
Las teorías más importantes teorías en Psicología, son las teorías de la personalidad que son aquellas que intentan dar una explicación universal de los procesos y características psicológicas fundamentales que pueden encontrarse en la naturaleza humana.
Las teorías de la personalidad se interesan en la investigación y descripción de aquellos factores que en su conjunto hacen al individuo, para poder comprender su conducta e intentar predecirla.
Actualmente no existe una teoría unificadora dentro del campo de la psicología de la personalidad, encontrándose en su lugar varias grandes teorías que en algunos casos sólo son de interés histórico. Como por ejemplo:
Conductismo (Watson, Skinner, Bandura, Ribes)
Cognoscitivismo (Piaget, Wallon, Kelly, Merani)
Humanista (Fromm, Rogers, Reich, Caruso, Sullivan, Horne, y Maslow)
Psicoanálisis (Freud)
Psicodinamica (Adler, Rank, Jung, Erikson, Ferenzi, Melanie Kleint)
Las teorías constituyen, a partir de sus planteamientos una manera específica de observación, llamada "modelo", para analizar el comportamiento y/o conducta del ser humano. Se han constituido varios modelos o enfoques como:
EL PSICOANALISIS
El psicoanálisis es la disciplina fundada por el médico y neurólogo Sigmund Freud. Esta disciplina posee un método propio de exploración de los procesos psíquicos inconscientes humanos a través del análisis de sus producciones imaginarias (sueños, fantasías) basándose para ello en las asociaciones libres del sujeto, sobre las que se monta la interpretación psicoanalítica. Las teorías psicológicas y psicopatológicas que el psicoanálisis propone, son el resultado de la aplicación de este método de investigación y su dimensión psicoterapéutica (la «cura psicoanalítica»).
Del psicoanálisis, se desprende a partir de algunos de sus planteamientos una forma de psicología, conocida como la Psicodinamica.
La rama de la psicología que estudia, analiza y describe los aspectos de la psicoterapia, desarrollada en gran parte por las aportaciones de Sigmund Freud , por lo que es utilizado casi como sinónimo de psicoanálisis y la psicoterapia en los estudios de los mismos mecanismos. El significado de "dinámico" se refiere principalmente a la existencia de fuerzas psíquicas o actividades que pueden interferir o entrar en conflicto, dando lugar a características de personalidad y comportamiento que, si generalizada y mal adaptadas, son considerados como síntomas de un trastorno mental. Posteriormente, las ideas de Freud han sido enfocadas hacia otros aspectos psicológicos igualmente interesantes, por algunos de sus colaboradores, alumnos o seguidores, entre otros:
Alfred Adler (1870-1937), austriaco y aportador de importantes trabajos sobre el tratamiento de la neurosis.
Otto Rank (1884-1939), también austriaco, elaboró valiosas tesis sobre las ansiedades y una propuesta para acelerar los tratamientos psicoanalíticos.
Wilhelm Reich (1897-1957), igualmente originario de Austria, y sus estudios sobre el carácter.
Carl Gustav Jung(1875-1961), suizo que elaboró trascendentes trabajos sobre los complejos, el inconsciente colectivo, los símbolos y la mitología. Jung introdujo el término complejo para designar a una manifestación conductual, caracterizada por poseer una fuerte carga emocional, ligada a conflictos vividos anteriormente por el sujeto. Los complejos se someten al yo y al superyo, pero permanecen en el inconsciente, manifestándose en determinadas formas de conducta del individuo.
Erich Fromm (1900-1980), alemán que estudió profundamente la influencia de la cultura sobre el individuo. Es, por ello, considerado el más destacado culturalista.
Erik Erikson (1902-1994), alemán con raíces danesas, quien para muchos es el primer analista de niños, por sus trabajos sobre el desarrollo infantil y el medio. Aunque Erikson, en sus inicios, aplicó las enseñanzas de Freud, a quien considera la piedra angular de la teoría de la personalidad, poco a poco se fue apartando del modelo ideado por Freud, aunque sin romper del todo con él. El hecho de que se conozca a su teoría con el nombre depsicosocial, habla, ya en la propia denominación, de la diferencia básica con la correspondiente de Freud.

Algunos de los complejos más estudiados por la teoría psicoanalítica son los siguientes:
Complejo de Edipo. Aparece entre los 3 y los 5 años de edad, cuando el niño descubre su propio sexo y el de sus padres. Se define como el conflicto ocasionado por el apego erótico del niño hacia su madre, situación que asume sintiendo rivalidad y rencor hacia el padre, aunque después, generalmente, logra identificarse con él.
Complejo de inferioridad. Este concepto fue empleado originalmente por Adler, para quien el complejo de inferioridad deriva de una inferioridad real aparecida durante la infancia. Sin embargo, una acepción más generalizada define a este complejo como un sentimiento de subvaloración de un individuo que, real o imaginariamente, advierte o supone en él alguna insuficiencia física, psíquica o social. Por lo general el sujeto afectado por un complejo de inferioridad, lo compensa con manifestaciones conductuales con las que pretende alcanzar la superioridad.
Complejo de castración. Hace referencia a un sentimiento relacionado con el valor simbólico del pene, y está vinculado directamente con la angustia infantil provocada por el conflicto de la identificación sexual.
El concepto de conflicto psíquico es fundamental para la psicología dinámica, y se refiere principalmente a la idea freudiana de conflicto constante entre el deseo y la defensa, es decir, entre un movimiento hacia un objeto, un objetivo y una serie de "obstáculos" son dictadas por la moral o otras reglas de comportamiento aprendido. Esta definición parece limitar el interés de la dinámica de Psicología de la rama de la neurosis , a pesar de que han desarrollado, con el tiempo, las teorías psicodinámicas en relación con diversos trastornos como la psicosis y trastornos de la personalidad , en la relación con la realidad y la las relaciones. El conflicto viene dado por la oposición de las poderosas fuerzas inconscientes que requieren de la expresión y la satisfacción inmediata, y oponiéndose a las fuerzas que requieren un control, y limitar la expresión de la represión o que permitan la satisfacción de una manera socialmente aceptable. El conflicto, en otras palabras, puede ser conceptualizada como el conflicto entre un deseo y una defensa contra la propia voluntad.


4) DISCREPANCIA: 

Con el verbo discrepar, la persona o cosa con la que se está en desacuerdo se introduce con la preposición de, y no con, por lo que lo apropiado es decir que se discrepa de alguien o de algo, no con alguien o con algo, tal y como señala el Diccionario panhispánico de dudas.



















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